Santo Domingo, D.N. – El Sistema Nacional de Transporte Estudiantil (TRAE) ha confirmado la desvinculación de Joanna Reyes Vásquez, una auxiliar de transporte escolar que fue captada en un video viral abandonando a un niño en plena vía pública. El incidente, que desató una ola de indignación en redes sociales, ha puesto en el punto de mira la seguridad de los menores en el transporte escolar y la responsabilidad tanto del TRAE como del Ministerio de Educación.
Las imágenes, que circularon rápidamente a través de un reel de Instagram, muestran a Reyes Vásquez desmontando a un estudiante de un autobús escolar del TRAE, aparentemente por mal comportamiento. La escena, calificada de “perturbadora” por usuarios y analistas, expone a un menor vulnerable a un entorno desconocido y potencialmente peligroso, planteando serias dudas sobre el protocolo de actuación en el transporte escolar y la capacitación del personal.
La acción de la empleada ha sido considerada “desproporcionada y éticamente indefendible”, ya que la premisa fundamental en el cuidado de menores es su protección y bienestar. Expertos y la opinión pública coinciden en que, ante una actitud “malcriada” o disruptiva de un niño, la respuesta adecuada nunca debería ser exponerlo al peligro. Lo correcto, se ha señalado, habría sido llevar al niño a su destino seguro (casa o escuela) y luego abordar su comportamiento con los padres o las autoridades escolares.
El incidente ha generado un debate crucial sobre la responsabilidad del TRAE y del Estado dominicano, a través del Ministerio de Educación. Como entidad encargada del transporte escolar, el TRAE tiene la obligación primordial de garantizar la seguridad e integridad física y emocional de los niños bajo su cuidado. La pregunta es si existen protocolos claros para manejar el mal comportamiento estudiantil y, de ser así, si fueron ignorados flagrantemente en este caso. La empresa ahora enfrenta el escrutinio sobre la capacitación de su personal y las medidas disciplinarias que se implementarán para evitar futuras situaciones similares.
Por su parte, el Ministerio de Educación, como ente rector de la educación en el país, tiene la supervisión y la responsabilidad última sobre todos los aspectos que conciernen al alumnado, incluido su transporte. La existencia del TRAE como un sistema estatal implica una supervisión directa. Este incidente debería activar una revisión exhaustiva de las políticas y los mecanismos de control del Ministerio sobre el TRAE y otros proveedores de transporte para asegurar que cumplan con los estándares de seguridad y protección infantil.
La rápida desvinculación de Joanna Reyes Vásquez es un primer paso, pero las implicaciones de este suceso van más allá. La pregunta que resuena con fuerza es: ¿Qué hubiera pasado si a este niño le hubiera ocurrido algo grave tras ser abandonado? Un accidente, un secuestro o cualquier tipo de daño físico o psicológico tendrían consecuencias devastadoras y extenderían la cadena de responsabilidades a la empleada, al TRAE y al Ministerio de Educación.
Más allá de las implicaciones legales, las consecuencias morales y sociales son profundas. Este tipo de incidentes socava la confianza de los padres en el sistema de transporte escolar y en las instituciones encargadas de la protección infantil, generando un precedente peligroso que podría normalizar el abandono de menores como una forma de “disciplina”.
La viralización de este video sirve como un llamado de atención urgente a las autoridades. La sociedad dominicana demanda respuestas claras y la garantía de que un incidente tan irresponsable y peligroso no se repita, priorizando siempre la seguridad y el bienestar de los niños.