Londres, Reino Unido – El pintoresco barrio de Notting Hill, mundialmente conocido por sus coloridas fachadas y su icónica película, ha tomado una drástica medida en un intento por recuperar la tranquilidad de sus calles. Cansados de la avalancha de turistas, algunos residentes han comenzado a pintar sus tradicionales casas de tonos pastel en un sombrío color negro.
La zona se ha convertido en un verdadero imán para los fanáticos de la película “Notting Hill”, protagonizada por Julia Roberts y Hugh Grant. Cientos de visitantes llegan a diario para replicar escenas, tomar fotografías y empaparse del ambiente romántico que la película inmortalizó. Sin embargo, para los habitantes, lo que una vez fue un encanto se ha transformado en una molestia constante que interrumpe su vida cotidiana.
La tradición de pintar las casas con colores vivos y pasteles surgió después de la Segunda Guerra Mundial, buscando infundir alegría y optimismo en un Londres devastado. Ahora, en un giro irónico, son los colores oscuros los elegidos por algunos vecinos, quienes esperan que esta inusual estrategia disuada a los turistas y les permita recuperar la paz y privacidad que tanto anhelan en uno de los barrios más emblemáticos de la capital británica. La medida ha generado un debate sobre el impacto del turismo excesivo en los barrios residenciales históricos.