Nueva York, EE.UU. –Nueva York y Nueva Jersey ha sido golpeada por lluvias torrenciales en las últimas 24 horas, un evento meteorológico extremo que ha provocado inundaciones repentinas y un caos generalizado, confirmando un patrón cada vez más frecuente de fenómenos climáticos severos.
En Nueva Jersey, la situación fue crítica, con registros de hasta 200 milímetros de lluvia en solo una hora. Esta cantidad, que superó con creces la capacidad de absorción del suelo y los sistemas de drenaje, dejó calles y avenidas completamente anegadas, sumergiendo cientos de vehículos y causando daños considerables a viviendas y negocios en diversas localidades.
La Gran Manzana no fue la excepción. El emblemático sistema de metro de Nueva York quedó totalmente paralizado por la fuerza de las precipitaciones. Imágenes impactantes de estaciones y vías anegadas, especialmente en las calles 28 y 23, se han viralizado, evidenciando la incapacidad de la infraestructura para manejar la magnitud del diluvio. El sistema de alcantarillado de la ciudad, diseñado para absorber entre 30 y 50 milímetros de lluvia por hora, fue desbordado por una caída de entre 50 y 80 milímetros en menos de 60 minutos.
Las consecuencias se extendieron al tráfico aéreo, con todos los vuelos de Delta hacia los aeropuertos de Nueva York cancelados, afectando a miles de viajeros y generando retrasos a nivel nacional. Las líneas de metro clave, incluidas la 1, 2, 3, E, M, R y el ferrocarril de Staten Island, experimentaron suspensiones o retrasos significativos, generando una pesadilla para los millones de usuarios que dependen del transporte público en esta metrópolis. Las autoridades locales se encuentran en una carrera contrarreloj para mitigar los efectos de estas inundaciones sin precedentes y restablecer la normalidad en los servicios esenciales, mientras la región se recupera de uno de los eventos de lluvia más intensos de su historia reciente.