SANTO DOMINGO, República Dominicana — La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, hizo un llamado a la “ciudadanía consciente y respetuosa” tras el incidente en el que Luis Manuel Brazobán, de 50 años, fue abatido por agentes de la Policía Nacional en Villa Mella. Raful destacó la necesidad de fortalecer la educación ciudadana y el involucramiento comunitario para reducir la violencia.
El incidente, que quedó grabado en video, muestra a Brazobán sacando un arma de fuego y amenazando a los policías que intervenían en el cierre de un negocio que operaba fuera del horario permitido.
La respuesta de las autoridades
En declaraciones tras una reunión de la Fuerza de Tarea encabezada por el presidente Luis Abinader, la ministra Raful calificó el suceso como “lamentable” y un llamado a la reflexión tanto para las autoridades como para los ciudadanos. “La Policía Nacional está obligada a respetar los derechos de los ciudadanos en todo momento, pero también los ciudadanos deben entender que las autoridades están ahí para garantizar el orden”, afirmó.
El director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, detalló el protocolo de uso de la fuerza. Explicó que este establece una respuesta progresiva que va desde la persuasión hasta el uso de armas no letales. Sin embargo, precisó que cuando un ciudadano enfrenta a la autoridad con un arma de fuego, la respuesta debe ser equivalente. “Cuando el ciudadano manipula un arma de fuego frente a los agentes, la Policía está obligada a responder con el mismo nivel de fuerza, ya que se trata de una amenaza letal”, sostuvo.
Investigaciones en curso
Las declaraciones de ambos funcionarios se dan en un momento en que la Policía Nacional y el Ministerio Público investigan si los agentes cumplieron con los protocolos. El video del incidente muestra que Brazobán manipuló el arma durante casi un minuto mientras un amigo intentaba intervenir.
Familiares de la víctima admitieron que este se encontraba bajo los efectos del alcohol y que su reacción fue una respuesta a un supuesto historial de acoso por parte de agentes policiales. El incidente ha reabierto el debate sobre el uso de la fuerza y la conducta ciudadana frente a la autoridad.