Santo Domingo, D.N. – La comunidad militar y el país lamentan la irreparable pérdida de la capitána del Ejército de República Dominicana, Alba Montero Rojas, quien falleció la tarde de este sábado tras permanecer 46 días en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario Docente Traumatológico Dr. Ney Arias Lora. Su deceso se produce como consecuencia de las graves heridas sufridas durante el lamentable colapso de la discoteca Jet Set, ocurrido el pasado 8 de abril.
La tragedia que cobró la vida de la capitana Montero Rojas es aún más dolorosa al confirmarse que su esposo, el también capitán Randi Rodríguez, fue una de las primeras víctimas fatales de aquel fatídico suceso. Esta pareja de militares, que compartían una vida dedicada al servicio, se vio envuelta en una catástrofe que les arrebató la vida a ambos con poco más de un mes de diferencia.
Alba Montero Rojas había sido ingresada en estado crítico al Ney Arias Lora, luchando por su vida desde el día del incidente. A pesar de los esfuerzos del personal médico y la esperanza de sus familiares y compañeros, las secuelas del colapso fueron demasiado severas. Su fallecimiento eleva a dos las víctimas directas de esta tragedia dentro de una misma familia militar, dejando un profundo vacío en sus seres queridos y en las filas de las Fuerzas Armadas.
El colapso de la discoteca Jet Set, un suceso que conmocionó a la sociedad dominicana, continúa siendo investigado para determinar las causas exactas y las responsabilidades. La muerte de la capitana Montero Rojas, sumada a la de su esposo, el capitán Rodríguez, resalta la magnitud de la tragedia y el impacto que ha tenido en varias familias.
La despedida de la capitána Montero Rojas se suma al dolor que ya vivía su familia, que ahora enfrenta el doble luto de haber perdido a ambos pilares militares en circunstancias tan trágicas.