Puerto Príncipe, Haití – En un movimiento que genera controversia, las autoridades haitianas han recurrido a los servicios de Erik Prince, el controvertido contratista militar privado estadounidense y conocido simpatizante de Donald Trump, para combatir a las bandas armadas que tienen al país sumido en una grave crisis de seguridad. Prince es conocido por su historial de despliegue de mercenarios en diversas zonas de conflicto, incluyendo Irak y Arabia Saudita.
Según un artículo publicado este miércoles por The New York Times, el fundador de la extinta empresa militar Blackwater Worldwide ha firmado un contrato con el gobierno haitiano con el objetivo de neutralizar a los grupos criminales que desestabilizan la nación caribeña. Esta información ha sido confirmada por altos funcionarios tanto haitianos como estadounidenses, así como por expertos en seguridad con conocimiento de la operación.
Prince, quien ganó notoriedad durante la guerra en Irak por los millonarios contratos de Blackwater para proteger diplomáticos y convoyes, ahora se embarca en una nueva misión en Haití. El reportaje del Times detalla que el gobierno haitiano ha contratado a Prince y otros contratistas estadounidenses para formar un grupo secreto encargado de operar drones armados, con la meta de eliminar a los cabecillas de las pandillas.
Desde el pasado mes de marzo, el equipo de Prince ha estado utilizando drones en territorio haitiano. Sin embargo, hasta el momento, no se han reportado resultados concretos que confirmen la captura o eliminación de objetivos de alto valor.
Expertos citados en la investigación señalan que Prince ha estado reclutando a veteranos haitiano-estadounidenses para desplegarlos en Puerto Príncipe. Se estima que hasta 150 contratistas podrían llegar al país durante el verano. Adicionalmente, se ha informado sobre el envío reciente de un alijo de armas a Haití, lo que sugiere una escalada en los preparativos para intensificar la lucha contra las pandillas.
Las autoridades haitianas aguardan la llegada de más equipos y personal, en medio de la expectativa y la polémica que rodea la intervención de este tipo de actores privados en la compleja crisis de seguridad del país.