SANTO DOMINGO, República Dominicana – Después de cinco largos meses de incertidumbre y dolor, Ironely Castillo, la madre de Elvis Volquéz Castillo, de 16 años, finalmente ha recibido el cuerpo de su hijo, quien falleció trágicamente tras ser hallado en el tren de aterrizaje de un vuelo de JetBlue en el aeropuerto de Fort Lauderdale, Florida, a principios de este año.
“¡Ay, Dios mío!”, “¡Ay, hijo de mi alma!”, clamaba Ironely, completamente devastada, al recibir los restos de su hijo en República Dominicana. Entre sollozos, compartió con Univisión su alivio de poder darle sepultura: “Gracias a Dios voy a tener a dónde ir, a dónde llevarle flores, aunque sea. Papi, respóndeme”.
La escena del recibimiento fue desgarradora, con familiares y amigos gritando y abrazando el ataúd del adolescente, en medio de exclamaciones de “¡Ay, qué dolor, Dios mío!”.
Según declaraciones de su madre, Elvis salió junto a Jeik Aniluz Lusi y otro joven a bordo de una motocicleta que los transportó hasta Los Manantiales, en el kilómetro 4 de Bávaro, Verón, Punta Cana. Ese fue el último lugar donde se les vio. El motorista que los dejó en ese punto aseguró no haber vuelto a saber nada de ellos.
La madre expresó su profundo desconcierto por la decisión de su hijo de intentar migrar a Estados Unidos en condiciones tan extremas. Describió a Elvis como un joven humilde y querido por todos, que estudiaba y trabajaba, por lo que no tenía necesidad aparente de recurrir a una medida tan desesperada como esconderse en el tren de aterrizaje de una aeronave.
Medios internacionales reportaron que los cuerpos de Elvis y otro joven fueron encontrados el 6 de enero de 2025 durante una inspección rutinaria posterior a un vuelo. La aeronave de JetBlue había partido del aeropuerto John F. Kennedy (JFK) de Nueva York la noche anterior, aterrizando en Fort Lauderdale poco antes de la medianoche. Fue durante la revisión del tren de aterrizaje que se realizó el macabro hallazgo, poniendo fin a la vida de estos jóvenes en su intento por alcanzar un sueño.