LONDRES. – El mundo del rock y el heavy metal está de luto. Ozzy Osbourne, la inconfundible voz de Black Sabbath y una leyenda por derecho propio, ha fallecido a los 76 años. Su familia confirmó la noticia, señalando que el “Príncipe de las Tinieblas” murió “rodeado de amor”, apenas semanas después de una emotiva reunión con sus excompañeros de banda en un concierto de despedida.
Osbourne, cuyo verdadero nombre era John Michael Osbourne, forjó una carrera que marcó a generaciones de músicos y fans. Desde los clásicos inmortales con Black Sabbath, como “Paranoid” y “Iron Man”, hasta su exitosa trayectoria en solitario con temas emblemáticos como “Crazy Train” y “Mr. Crowley”, su influencia es innegable y su legado, imborrable.
Reconocido por su estilo teatral, su poderosa presencia escénica y una vida marcada por los excesos y la resiliencia, Ozzy Osbourne trascendió la música para convertirse en un ícono cultural. Su partida deja un vacío en el panorama musical, pero su huella seguirá resonando en cada acorde del heavy metal, asegurando que su “loco tren” continúe viajando por la eternidad.