WASHINGTON D.C. – En una escalada sin precedentes en las tensiones entre la Casa Blanca y la élite académica, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una orden ejecutiva que prohíbe la entrada al país de estudiantes extranjeros que deseen participar en programas de intercambio en la prestigiosa Universidad de Harvard.
La decisión, que ha generado un revuelo inmediato en círculos educativos y políticos, fue justificada por la Administración Trump bajo el argumento de “salvaguardar la seguridad nacional”. Un comunicado emitido por la Casa Blanca aseguró que Harvard ha “demostrado un historial de vínculos extranjeros preocupantes y radicalismo”, sin ofrecer detalles específicos que respalden estas acusaciones.
La orden presidencial no solo suspende la entrada de cualquier nuevo estudiante extranjero con destino a Harvard, sino que también ordena la revisión y posible revocación de las visas ya otorgadas a estudiantes que actualmente se encuentran en el extranjero y tenían previsto ingresar a la institución.
Esta medida llega tras un período de crecientes fricciones entre el gobierno republicano y la reconocida universidad. La Administración Trump ha expresado en repetidas ocasiones su descontento con ciertas políticas y posturas de Harvard, si bien esta es la acción más drástica tomada hasta la fecha.
La comunidad académica y de inmigración se mantiene a la expectativa de las repercusiones de esta prohibición, que podría sentar un precedente significativo para las políticas de visas estudiantiles en Estados Unidos. La Universidad de Harvard no ha emitido una declaración oficial al momento de esta publicación, pero se espera una pronta respuesta ante lo que se percibe como un ataque directo a su autonomía y a la internacionalización de la educación superior.