Kiev, Ucrania – Las fuerzas ucranianas ejecutaron el domingo 1 de junio un audaz y coordinado ataque con drones contra cuatro importantes bases aéreas rusas, utilizando una innovadora táctica de camuflaje. Los drones, ocultos en camiones civiles, fueron disparados desde estos vehículos, permitiendo un acercamiento sigiloso a sus objetivos.
Este nuevo método de ataque encubierto ha demostrado ser devastadoramente efectivo. No solo logró destruir numerosos bombarderos rusos, aeronaves que Moscú emplea habitualmente en sus incursiones contra Ucrania, sino que también permitió a Kiev alcanzar regiones considerablemente distantes. Entre los blancos se encuentran la base aérea de Olenia en la remota región de Múrmansk, en la península de Kola, y Biélaya en la lejana región siberiana de Irkutsk.
Además de estas bases remotas, los aeródromos de Diáguilevo en la región de Riazán, próxima a Moscú, y de Ivánovo en la región del mismo nombre, también fueron impactados.
Este ataque representa una escalada significativa en la guerra, mostrando la creciente capacidad de Ucrania para innovar en sus tácticas ofensivas y llevar la contienda a lo profundo del territorio ruso. La utilización de vehículos civiles como plataformas de lanzamiento de drones plantea un nuevo desafío para la defensa aérea rusa y marca un precedente en la guerra moderna.