SANTO DOMINGO OESTE, R.D.— Un inusual y audaz robo se registró en las instalaciones del Hospital Marcelino Vélez Santana, donde un hombre fue detenido tras sustraer un teléfono celular y, en un intento por despistar a la seguridad, cambiarse de vestimenta dentro del centro médico.
La víctima del atraco fue la hija de la señora Mireya Féliz Cuchel, quien relató el momento exacto del robo. La señora Féliz se encontraba en el hospital comprando alimentos para su hija, que se encuentra ingresada. Al salir de la habitación, vio a un desconocido merodeando en la puerta, lo que la alertó.
La Estratagema del Ladrón y la Rápida Reacción
La señora Féliz Cuchel narró que, en el breve momento en que se ausentó, el sujeto aprovechó la oportunidad. Su hija estaba de pie con el teléfono en la mano cuando el atracador se acercó y, con un engaño, se apoderó del dispositivo.
“En el descuido que yo salí, ahí mismo él aprovechó y la hija mía estaba parada con el teléfono en la mano; y él le dijo ‘déjame ver’ y ahí mismo le cogió el teléfono,” detalló la madre de la joven.
Tras cometer el robo, y ante la inminente alerta, el ladrón mostró una frialdad sorprendente: se encerró en un baño del hospital para cambiarse la ropa. El sujeto, que inicialmente vestía un poloché y una gorra de color rojo, se puso otra vestimenta, supuestamente para dificultar su identificación. Sin embargo, el esfuerzo fue inútil, ya que el individuo fue apresado por las autoridades. Su identidad aún no ha sido revelada.
La modalidad delictiva, en la que el atracador se habría hecho pasar por un paciente o visitante para operar dentro de un centro de salud, ha generado preocupación sobre la seguridad en el hospital.
El Dramático Contexto de la Víctima
La víctima del robo del celular es una joven de 24 años con un trastorno mental, quien se encuentra hospitalizada por una situación de extrema vulnerabilidad y violencia.
La joven había sido mordida por dos perros Pitbull en un intento desesperado por escapar de un hombre que presuntamente la sedujo y la drogó con la intención de abusar de ella. El ataque de los perros ocurrió cuando la joven se arrojó por una pared en su intento de huida.
La joven, quien se había devuelto a casa de su padre tras irse de casa de su madre en Don Juan de Yamasá, tuvo que mendigar en la calle para conseguir el pasaje de vuelta. Es durante este trayecto y estado de desamparo que fue abordada y drogada por su verdugo, lo que desencadenó la caída y las mordeduras de los canes. Actualmente, se encuentra a la espera de ser operada debido a las lesiones.