SANTO DOMINGO, D.N. – Un lamentable caso de violencia intrafamiliar conmociona a la comunidad, luego de que una bebé de apenas un mes de edad fuera ingresada de urgencia en el hospital Robert Reid Cabral, en el Distrito Nacional, con una fractura craneal y hematomas en los párpados. La pequeña, originaria del sector Miramar, Miches, El Seibo, fue brutalmente golpeada por su propia madre.
La infante, cuya identidad no ha sido revelada, llegó al centro asistencial con un diagnóstico de trauma encefálico y múltiples hematomas, producto de la agresión. Fue su padre, Jonathan Brito, quien la trasladó al Robert Reid Cabral en busca de atención médica especializada, tras la severidad de las lesiones.
Brito, visiblemente afectado, relató que los golpes fueron propinados por la madre de la menor. Según su testimonio, el motivo detrás de la brutal agresión sería la negativa de la actual pareja de la agresora a criar a una niña que no es suya. “Lo que pasa es que ella y yo tuvimos una relación y salió embarazada y antes de dar a luz, ella se juntó con su actual pareja y él le dijo que no la quiere con esa niña, que no es suya”, explicó Brito, quien cree firmemente que esta es la razón del desprecio de la madre hacia su propia hija.
El padre de la bebé denunció que, a pesar de haber presentado una querella formal contra la madre ante la Fiscalía de Niños, Niñas y Adolescentes de Miches, las autoridades no han procedido de manera adecuada. “Lo que hicieron en el tribunal fue que me quitaron la niña y se la devolvieron a la madre, no me hicieron caso porque soy hombre”, afirmó Brito, quien también aseguró que ya había denunciado a la madre por maltrato en una ocasión anterior, sin obtener respuesta ni acciones concretas.
Este caso pone de manifiesto la urgente necesidad de revisar los protocolos de atención y protección a la niñez, así como la respuesta judicial ante denuncias de maltrato infantil, especialmente cuando el género de los denunciantes parece influir en la percepción de las autoridades. La pequeña se encuentra bajo observación médica, mientras se espera una intervención más contundente por parte de los organismos competentes para garantizar su seguridad y bienestar.