Estambul, Turquía – Ucrania y Rusia celebrarán el viernes sus primeras conversaciones directas en tres años en Estambul, luego de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aceptara enviar una delegación a pesar de criticar la ausencia de figuras de alto rango en el equipo negociador ruso liderado por el asesor presidencial Vladímir Medinski.
Zelenski justificó su decisión por “respeto” a Turquía y Estados Unidos, buscando “el primer paso hacia la desescalada”. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ve una “oportunidad histórica” para el diálogo e incluso se ofreció a mediar en una futura reunión entre Zelenski y Putin.
Sin embargo, el tono desde Moscú fue duro. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tildó a Zelenski de “patético” y lo acusó de estar controlado por potencias extranjeras. La portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, lo calificó de “payaso” y cuestionó su nivel.
La delegación ucraniana estará encabezada por el ministro de Defensa, Rustem Umérov, y su prioridad será un “alto el fuego inmediato de al menos 30 días”. Zelenski lamentó la ausencia de Putin o figuras de alto nivel rusas, viéndolo como “una falta de respeto personal”.
Estados Unidos, a través de Donald Trump, se mostró escéptico sobre avances sin una reunión Putin-Trump. La OTAN también criticó el bajo nivel de la delegación rusa, con Polonia señalando que Rusia busca “ganar tiempo” y Noruega advirtiendo sobre “más presión y sanciones” si no hay resultados. La reunión en Estambul marca un intento de reactivar las negociaciones en medio de fuertes tensiones y expectativas limitadas.