WASHINGTON, D.C. — En una escalofriante revelación que ha sacudido las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela, el presidente Donald Trump ha justificado una serie de ataques navales en el Caribe, alegando que son una respuesta directa al envío de drogas y criminales por parte del régimen de Nicolás Maduro. El mandatario confirmó un tercer ataque, no reportado previamente, contra una embarcación venezolana en aguas internacionales.
La confirmación surgió durante una entrevista con ABC, donde Trump fue cuestionado sobre su mensaje a Maduro. Su respuesta fue contundente y directa: “Bueno, diría esto de entrada: dejen de enviar al Tren de Aragua hacia Estados Unidos. Dejen de enviar drogas a Estados Unidos”. Esta declaración vincula por primera vez de manera explícita la notoria banda criminal venezolana con las acciones del gobierno de Maduro, sugiriendo que la migración forzada y el crimen organizado son utilizados como armas políticas.
La tensión se intensificó aún más cuando el presidente reveló un tercer ataque, del cual no se había informado a la prensa. Según Trump, la operación se llevó a cabo contra una lancha que transportaba cocaína y fentanilo, con destino a las costas estadounidenses. Esta nueva información no solo confirma la escalada militar en la región, sino que también refuerza la narrativa de la Casa Blanca de que las acciones son puramente defensivas y tienen como objetivo proteger la seguridad nacional.
Por el momento la Casa Blanca no ha emitido ninguna otra información, sobre la fecha, la ubicación o el resultado exacto del presunto tercer ataque.
Las declaraciones de Donald Trump marcan un punto de inflexión en la política exterior de su segundo mandato, que comenzó el 20 de enero de 2025. Al vincular directamente la violencia del Tren de Aragua y el tráfico de drogas con el gobierno de Maduro, la administración estadounidense parece estar construyendo un caso para justificar una postura más agresiva en la región.
El fentanilo, en particular, es un punto de gran preocupación para las autoridades de EE.UU. debido a la crisis de salud pública que ha generado en el país. Al incluir esta droga en su lista de acusaciones, Trump está apelando a la opinión pública, sugiriendo que las acciones militares son una respuesta necesaria para proteger a los ciudadanos estadounidenses.
La falta de información detallada sobre el tercer ataque, sin embargo, genera dudas y especulaciones. Podría tratarse de una maniobra para presionar a Venezuela, o una operación encubierta que la Casa Blanca no está dispuesta a revelar por completo. Lo que queda claro es que la tensión en el Caribe está en su punto más alto, y la posibilidad de una confrontación más seria no puede ser descartada.