CAGAYÁN, Filipinas — El supertifón Ragasa, con vientos huracanados y ráfagas de hasta 230 km/h, tocó tierra hoy, lunes 22 de septiembre, a las 15:00 hora local en la isla de Panuitan, en la provincia de Cagayán, al norte de Filipinas. Las autoridades meteorológicas filipinas confirmaron el impacto directo del fenómeno, lo que ha desencadenado la evacuación de miles de personas en las zonas costeras y en las regiones de mayor riesgo.
La llegada de Ragasa ha activado los protocolos de emergencia en todo el norte del archipiélago. Los equipos de rescate y las agencias gubernamentales trabajan para asistir a las comunidades afectadas y asegurar que las evacuaciones se realicen de manera ordenada y segura. Se han habilitado centros de refugio en escuelas y edificios públicos para acoger a las familias desplazadas, quienes han dejado sus hogares ante el riesgo de inundaciones y la fuerza de los vientos.
Tras su paso por Filipinas, se prevé que el supertifón continúe su trayectoria hacia el oeste, dirigiéndose hacia la costa sur de China. Las autoridades chinas han emitido una alerta máxima, calificando la llegada de Ragasa como “potencialmente catastrófica” y han tomado medidas preventivas a gran escala, incluyendo la suspensión de servicios de transporte y la evacuación de zonas vulnerables.
Aunque no se espera que el tifón impacte directamente en Taiwán, se ha emitido una alerta por fuertes lluvias y oleaje. Se prevé que la costa este de la isla sea afectada por intensas precipitaciones, lo que podría provocar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en las próximas horas.
Las autoridades de Filipinas se mantienen en alerta máxima, monitoreando la situación y evaluando los daños causados por el supertifón Ragasa. Se espera que, una vez que el fenómeno se aleje, comiencen las labores de limpieza y reconstrucción.