SANTO DOMINGO, RD – Tras casi cinco horas de una lectura exhaustiva de sus 413 artículos, el Senado de la República Dominicana dio un paso trascendental al aprobar en primera lectura el nuevo Código Penal Dominicano. La pieza legislativa fue respaldada de forma unánime y de pie por los 23 senadores presentes en la sesión, marcando un hito en la actualización del marco jurídico del país.
Se espera que la segunda lectura y aprobación definitiva en el Senado se produzca el próximo martes, para luego ser enviada a la Cámara de Diputados, donde se replicará el proceso de revisión y votación.
Un Código Moderno con Polémicas Omisiones
La aprobación se concretó luego de que la comisión bicameral encargada de estudiar el anteproyecto rindiera un informe favorable. El senador Santiago Zorrilla, presidente de la comisión, destacó que esta reforma integra principios penales modernos enfocados en la resocialización y en consonancia con el Código Procesal Penal. Entre estos, resaltan la proporcionalidad, intervención mínima, lesividad y humanidad.
Además, el nuevo código busca fortalecer la lucha contra la impunidad corporativa al reconocer la responsabilidad penal de las personas jurídicas y refuerza los delitos contra el Estado y la administración pública, estableciendo barreras normativas contra la corrupción administrativa, el enriquecimiento ilícito y el tráfico de influencias.
Una de las inclusiones más notables es la figura del cúmulo de penas, que permitirá sentenciar a un individuo con hasta 60 años de prisión si es hallado culpable de múltiples cargos.
Sin embargo, la aprobación no está exenta de controversia. La despenalización del aborto en sus tres causales (violación, incesto y malformación congénita) quedó fuera de la pieza, manteniendo la penalización de la interrupción asistida del embarazo con castigos de prisión de dos a tres años. Esta exclusión generó el rechazo de varios movimientos sociales, como el Movimiento de Mujeres Trabajadoras (MMT), que calificó el anteproyecto como el “Código Penal de la vergüenza” y un “retroceso disfrazado de modernidad”.
Nuevas Tipificaciones y Ajustes Futuros
El senador Zorrilla detalló que el nuevo código incorpora 72 nuevas tipificaciones que la legislación de 1884 no contemplaba. Entre los nuevos tipos penales se encuentran el terrorismo, sicariato, genocidio, infracciones de lesa humanidad, desaparición forzada de personas, feminicidio (incluyendo sus modalidades agravada, conexa y violencia conexa en escenario feminicida), inducción y cooperación al suicidio, y daños con sustancias químicas.
También se castigará el trato cruel, inhumano o degradante, el robo de identidad (simple y agravado), la perturbación telefónica, la difusión de audio e imágenes sin consentimiento, la divulgación de información secreta, la captación y uso de datos personales, los estudios genéticos y manipulación ilícita de genes sin consentimiento, la fecundación de óvulos para fines distintos a la procreación, la reproducción asistida no consentida y la actividad sexual no consentida. Se suman delitos como el bullying (simple y agravado), operaciones comerciales con niños y adolescentes, y la responsabilidad de personas jurídicas por provocar incapacidades de más de 60 días.
Pese a la aprobación en primera lectura, senadores como Omar Fernández del Distrito Nacional, anunciaron que presentarán modificaciones durante la segunda lectura, particularmente al artículo 393, que aborda los “atentados a los intereses fundamentales de la nación”, buscando que las penas sean proporcionales a la gravedad de dichos delitos. Otros legisladores también manifestaron la intención de someter ajustes. El presidente del Senado, Ricardo de los Santos, instó a todos los senadores a una lectura “profunda” para asegurar el mejor código posible.
Los senadores se muestran confiados en que la pieza será aprobada sin mayores inconvenientes por la Cámara de Diputados, dado que la comisión bicameral estuvo integrada por 21 representantes de la cámara baja, y el presidente de esta, Alfredo Pacheco, estuvo presente en la sesión. La meta de los legisladores es que el nuevo código sea aprobado antes del cierre de la actual legislatura, el 26 de julio.