Bávaro, Punta Cana. Visitantes de la idílica playa Bijagua, en la reconocida zona turística de Punta Cana, se han mostrado sorprendidos y a la vez preocupados al observar una inusual y “gran cantidad de peces y otras especies marinas desplazándose entre las densas acumulaciones de algas” en la orilla. Este fenómeno, si bien puede parecer anecdótico, levanta serias interrogantes sobre el impacto ambiental en la costa dominicana y el rol de las autoridades en su gestión.
Un Fenómeno Inusual y sus Posibles Causas
La presencia masiva de peces y vida marina tan cerca de la orilla, especialmente entre las algas, no es un comportamiento típico. Expertos consultados extraoficialmente sugieren varias hipótesis:
Búsqueda de Refugio y Alimento: La acumulación de algas, como el sargazo, puede crear microhábitats que atraen a peces pequeños en busca de alimento o refugio de depredadores en aguas más abiertas. Sin embargo, la cantidad y visibilidad de las especies en Bijagua sugiere una alteración más profunda.
Cambios en la Calidad del Agua: Un factor alarmante podría ser la alteración de la calidad del agua en zonas más profundas. La contaminación, ya sea por vertidos de aguas residuales, productos químicos de hoteles o embarcaciones, o incluso el dragado, podría estar forzando a estas especies a buscar aguas costeras más “seguras”, aunque con la desventaja de quedar atrapadas o desorientadas entre las algas.
Desorientación por Fenómenos Naturales: Si bien menos probable sin otros indicios, fuertes corrientes, cambios abruptos de temperatura o eventos sísmicos submarinos podrían desorientar a la vida marina, empujándolos hacia la costa.
Acumulación Excesiva de Sargazo: La llegada masiva de sargazo, un problema recurrente en las costas del Caribe, podría estar creando condiciones anóxicas (falta de oxígeno) debajo de las capas de algas al descomponerse, forzando a los peces a buscar zonas con mayor oxigenación, incluso si eso significa quedar entre la biomasa en la orilla. La magnitud de la acumulación podría estar afectando el ecosistema submarino cercano.
El Impacto Ambiental: Más Allá de la Estética
La imagen de peces nadando entre algas en una playa turística es más que una curiosidad; es un posible indicador de estrés ambiental. El sargazo, en grandes cantidades, no solo afecta la estética de las playas y la experiencia del turista, sino que tiene un profundo impacto ecológico:
Mortalidad Marina: Cuando el sargazo se acumula en la orilla y se descompone, consume oxígeno del agua, creando zonas “muertas” (anóxicas) que asfixian a peces y otras especies marinas.
Alteración de Ecosistemas Costeros: Las barreras de algas impiden el acceso de tortugas marinas a sus zonas de anidación y pueden dañar corales y pastos marinos al bloquear la luz solar.
Salud Pública: La descomposición del sargazo produce gases como el sulfuro de hidrógeno, que emiten un olor desagradable y pueden causar irritaciones respiratorias en humanos.
El Rol de las Autoridades: ¿Respuesta o Reacción?
Este incidente en Playa Bijagua pone de relieve el desafío constante que enfrentan las autoridades dominicanas en la gestión ambiental de sus costas. La protección de los recursos marinos y la mitigación del impacto del sargazo y la contaminación recaen en diversas entidades, como el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Ministerio de Turismo y las alcaldías locales.
Surgen preguntas cruciales:
¿Existe un monitoreo constante y efectivo de la calidad del agua en las playas turísticas?
¿Se están implementando medidas preventivas adecuadas para manejar el sargazo antes de que llegue masivamente a la costa? Las barreras en el mar y la recolección en alta mar son opciones que se han discutido.
¿Hay planes de contingencia claros y recursos suficientes para abordar estos eventos de manera oportuna y minimizar el daño ecológico?
¿Se está investigando activamente la causa de esta inusual concentración de peces en Playa Bijagua para descartar factores de contaminación local? La República Dominicana, como destino turístico líder en el Caribe, tiene una responsabilidad fundamental en la conservación de sus ecosistemas marinos. La respuesta de las autoridades ante este tipo de fenómenos no solo determinará la salud de sus playas, sino también la sostenibilidad a largo plazo de su vital industria turística. Los visitantes, y la propia naturaleza, esperan una acción más proactiva que reactiv