MADRID, ESPAÑA — Un viaje de rutina en el tren Alvia de Renfe con destino a Madrid se convirtió en una escena de pánico para 210 pasajeros, cuando un conato de incendio se desató en el último vagón. El incidente, ocurrido el pasado 30 de agosto, obligó a la suspensión del servicio ferroviario por más de dos horas en un tramo clave de la línea de alta velocidad que conecta la capital española con Andalucía.
El suceso se reportó en el tren que cubría la ruta Almería-Madrid, cuando, según la Policía, “la parte trasera del último vagón estaba echando fuego y bastante humo”. La rápida intervención del personal a bordo y de los servicios de emergencia fue crucial para controlar la situación y garantizar la seguridad de todos los viajeros.
Testimonios de los pasajeros describen momentos de incertidumbre y nerviosismo, mientras el humo comenzaba a invadir el tren. La avería, que se originó en la sección de cola, generó una columna de humo visible desde el exterior, lo que alertó tanto a las autoridades como a los ocupantes del vagón.
Como medida de precaución, se procedió a la evacuación del tren, y los 210 pasajeros fueron trasladados a una zona segura mientras se extinguía el fuego y se realizaban las inspecciones técnicas. El incidente no dejó heridos, pero sí causó un significativo retraso en el servicio.
El tráfico ferroviario, vital para miles de viajeros, se vio interrumpido por más de dos horas en un sector de alta velocidad, afectando no solo al tren siniestrado, sino a otros servicios que circulaban por la misma ruta. Los equipos de mantenimiento de Renfe trabajaron contrarreloj para restablecer la operatividad de la vía y normalizar la circulación lo antes posible. La compañía ferroviaria ha abierto una investigación para determinar las causas exactas del conato de incendio, mientras los pasajeros afectados continúan relatando la tensa experiencia vivida a bordo. Este incidente subraya la importancia de los protocolos de seguridad y la rápida respuesta ante emergencias en el transporte público.