PARÍS, FRANCIA – Después de más de un siglo, los parisinos y visitantes han podido hacer realidad un sueño largamente anhelado: zambullirse en las emblemáticas aguas del río Sena. Este sábado, 5 de julio de 2025, marca un día verdaderamente histórico para la Ciudad de la Luz, con la reapertura oficial de tres zonas de baño, poniendo fin a una prohibición que se mantenía vigente desde 1923.
Cientos de personas, entre residentes emocionados y turistas curiosos, no han perdido la oportunidad de disfrutar de este nuevo placer. Las áreas habilitadas para el baño se encuentran estratégicamente ubicadas: una en el corazón histórico de París, frente a la pintoresca isla de San Luis, otra en el muelle de Grenelle y la tercera en el vibrante barrio de Bercy. La visión de bañistas refrescándose en el río que atraviesa la capital francesa, un espectáculo impensable hasta ahora, se ha convertido en una realidad palpable.
La alegría y el entusiasmo eran evidentes entre los primeros en desafiar la centenaria prohibición. “Ha estado genial, muy bien, perfecto”, expresó a la agencia EFE Sébastien, un parisino de nacimiento, aún buscando las palabras adecuadas para describir la emoción de su primer baño en el Sena. Su testimonio refleja el sentir general de una ciudad que recupera un espacio vital, transformando su relación con el río.
Esta iniciativa no solo busca ofrecer un nuevo atractivo recreativo, sino que también es el resultado de décadas de esfuerzos por sanear y descontaminar las aguas del Sena. La inversión en infraestructura y tecnología para mejorar la calidad del agua ha sido monumental, impulsada por la promesa de devolver el río a sus ciudadanos y, en parte, para las próximas competiciones de natación de los Juegos Olímpicos. La reapertura de estas zonas de baño es un testimonio del compromiso de París con la sostenibilidad y el bienestar de sus habitantes, marcando un antes y un después en la historia fluvial de la ciudad.