La Dirección General de Migración (DGM), a través del reforzamiento de sus medidas, ha reconducido hacia Haití a 114,884 personas en lo que va de 2025, por lo que la institución proyecta que este año podría convertirse en el de más deportaciones de la última década.
Así lo informó ayer su director, el vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, al explicar que el país seguirá fortaleciendo su política de deportaciones porque los haitianos irregulares “representan una sobrecarga” en servicios básicos como la salud o la educación.
La cifra que el funcionario compartió ayer contrasta con la ofrecida por la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, quien, al final de la última reunión de seguridad ciudadana del pasado lunes, informó que entre enero y abril del 2025 se habían reconducido solo 27,598 haitianos hacia su país.
Durante un foro regional sobre los retos del sistema de integración ante la crisis migratoria en la región, celebrado ayer en el Senado, el director de Migración mostró las cifras de deportaciones en los últimos nueve años, donde resaltó el 2024 como el año en que se ejecutaron más repatriaciones, con un total de 276,830.
“La inmigración irregular repercute en una alta presión sobre el sistema de salud pública, presencia en el sistema penitenciario, riesgos de alteración de la cultura local, sobrecarga al sistema educativo, crecimiento no planificado de asentamientos, tensión política e ideológica, mayor demanda de servicios públicos, percepción de desequilibrio demográfico y carga social en fronteras y ciudades”, dijo Lee Ballester.
La meta no se cumple
En octubre del 2024, Abinader dispuso un operativo inmediato con el propósito de deportar hasta 10,000 haitianos por semana. Sin embargo, tomando en cuenta los 114,884 que se han devuelto a su país en el 2025, la cifra promedio por semana se ubica en 6,702, una cantidad menor a la que ordenó el presidente.