Ayer, Domingo de Resurrección, decenas de familiares de las víctimas mortales de la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set se congregaron en la llamada “zona cero”.
Con flores, velas encendidas y lágrimas aún frescas, familiares llegaron al lugar donde antes se erguía el icónico centro nocturno donde perdieron la vida 232 personas, según el último reporte oficial.
El dolor sigue siendo palpable, y en medio de la Semana Santa, la visita cobró un significado aún más profundo.
“Quisimos venir este Domingo de Resurrección con la esperanza de reencontrarnos algún día con nuestros seres queridos. Con una profunda tristeza todavía”, expresó, entre sollozos, Gioberti Franco, quien perdió a dos primas suyas: Isabel Peguero Velázquez y Elba Gálvez Guzmán.
Aquel lugar donde antes refulgíán luces multicolores y la música creaba un ambiente vibrante, ahora solo queda el cuadro del establecimiento rodeado con una cinta amarilla de “no cruce”, fotografías con nombres y mensajes escritos a mano.