SANTO DOMINGO NORTE, República Dominicana. La tragedia que envuelve a la familia de la niña de cinco años arrastrada por una cañada en Villa Mella el pasado jueves se ha profundizado con un obstáculo burocrático. A pesar de haber encontrado el cuerpo de la pequeña el sábado, sus padres, Junior Serrano Sánchez y la madre, no han podido recuperar el cadáver del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) debido a la falta de un acta de nacimiento de la menor.
La dolorosa razón detrás de esta ausencia es una declaración tardía y un proceso inconcluso, según relató el padre, Junior Serrano Sánchez, a Diario Libre. La niña nació hace cinco años, pero la declaración de nacimiento no se realizó hasta el año 2020. El padre explicó que esperó a que la madre de la niña alcanzara la mayoría de edad para hacer el registro, medio año después del nacimiento. Sin embargo, el proceso nunca se completó.
Serrano Sánchez detalló que, tras iniciar el trámite en la Oficialía de la Quinta Circunscripción de Santo Domingo Norte, en Villa Mella, se le indicó que debía regresar en un plazo determinado para buscar el acta. No obstante, al volver, fue informado de que primero debía pagar un impuesto en otro lugar. La frustración y la impotencia lo embargaron, ya que esta información no le fue proporcionada el primer día, lo que le habría ahorrado una larga y “innecesaria” fila.
“Cuando yo voy, hago una fila que no fue necesaria, de hora y media, cuando yo llego que creo que me la van a dar me saltan con eso y yo lo que me llené de impotencia y dejé eso. Dije otro día yo lo hago, porque hoy no tengo tiempo”, confesó Serrano Sánchez, quien admitió haberse guardado el papel que le entregaron y, con el tiempo, lo perdió de vista, olvidando el asunto.
La niña fue arrastrada por las fuertes corrientes de una cañada el jueves y, tras una intensa búsqueda por parte de familiares y autoridades, su cuerpo fue hallado el sábado en el arroyo Yaguasa. La infortunada coincidencia de que el descubrimiento ocurriera durante el fin de semana agrava la situación, ya que las oficinas del Registro Civil permanecen cerradas, impidiendo a la familia obtener el documento indispensable para el retiro del cuerpo y darle sepultura.
La situación resalta no solo la tragedia de la pérdida, sino también los desafíos y la burocracia que enfrentan muchas familias en la República Dominicana para asegurar la documentación básica de sus hijos.