Ginebra. – La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una seria advertencia ante los grandes brotes del virus chikunguña que se han declarado en islas del Océano Índico, como Mayotte, Reunión y Mauricio, desde principios de año. La enfermedad se está extendiendo rápidamente a naciones cercanas como Madagascar, Somalia y Kenia, generando preocupación por una posible repetición de las devastadoras epidemias ocurridas hace dos décadas.
Diana Rojas, jefa de arbovirus de la OMS, recordó en rueda de prensa el brote epidémico de 2004 y 2005, que afectó a casi medio millón de personas en la misma región, e instó a los países a tomar medidas urgentes para “evitar que la historia se repita”.
La experta subrayó que el chikunguña, transmitido por el mosquito Aedes (el mismo vector del dengue y la fiebre amarilla), puede ser mortal en casos extremos. Además, destacó que hasta el 40% de los pacientes pueden sufrir discapacidades por meses o incluso años, lo que representa una “enorme carga” económica para naciones enteras.
“Unos 5.600 millones de personas están en riesgo en países donde se ha detectado el virus, y en aquellos donde no se ha desarrollado inmunidad de grupo puede causar grandes brotes, afectando hasta a tres cuartas partes de la población”, advirtió Rojas. Se estima que ya un tercio de la población de la isla francesa de Reunión ha sido infectada.
La OMS también informó sobre la detección de brotes en el otro lado del Índico, en países como Sri Lanka, India o Bangladés.
Finalmente, Rojas enfatizó la urgencia de la acción: “Los países que ahora están detectando los primeros casos, o aquellos donde el mosquito transmisor es endémico, deben actuar con rapidez para garantizar que los brotes sean rápidamente confirmados y puestos bajo control lo antes posible”.