RD — Un incidente de alta tensión que involucra a un agente de la Dirección General de Migración (DGM) de la República Dominicana y a pasajeros de un autobús de transporte público que incluía ciudadanos haitianos y dominicanos ha generado gran debate en las redes sociales tras la difusión de un video.
Las imágenes, cuya procedencia y fecha exacta aún no han sido confirmadas por las autoridades, muestran una de las “acostumbradas redadas” de Migración. En el video, el autobús aparece ocupado principalmente por personas de nacionalidad haitiana.
El Ataque y las Acusaciones
El momento crítico se produce cuando un agente de Migración aborda la unidad. Es en ese instante que el oficial se convierte en el blanco de un ataque tanto verbal como físico. Se escucha claramente a los pasajeros, tanto haitianos como dominicanos, profiriendo insultos y graves acusaciones.
Entre los improperios más destacados se oyen:
“Ladrón”
“Falta de respeto”
“Cuando violan y atracan no hacen nada”: Esta última es una fuerte recriminación que apunta a una supuesta inacción de las autoridades de seguridad frente a crímenes comunes, en contraste con el celo mostrado en las redadas migratorias.
La situación resalta la fuerte polarización y la frustración social que rodea el tema migratorio en el país. El ataque físico al agente subraya la escalada de la confrontación en este tipo de operativos, que a menudo son criticados por supuestos abusos y la falta de respeto a los derechos humanos, señalamientos que han sido recurrentemente denunciados por organizaciones pro-derechos en el país.
Silencio Oficial y Contexto Político
Hasta el momento, no se ha identificado el lugar exacto del hecho ni se conoce el estado de salud del agente. Más relevante aún, ninguna autoridad de la DGM o del Gobierno ha emitido una declaración para condenar el ataque, esclarecer las circunstancias o iniciar una investigación. Este silencio oficial en torno a un evento de tal gravedad mediática es inusual y alimenta la especulación pública sobre la gestión de la crisis.
La viralización de este video expone no solo la hostilidad de una parte de la población hacia los operativos de Migración, sino también la percepción de que las autoridades se enfocan desproporcionadamente en las deportaciones mientras desatienden otras problemáticas de seguridad ciudadana. La ausencia de una respuesta oficial inmediata deja el campo abierto a la interpretación y el debate en las redes sociales.