Como una verdadera “especie en extinción” pueden ser considerados en estos tiempos los jugadores que se quedan por varios años en un mismo equipo.
La agencia libre, el arbitraje, y la industria buscando talento cada vez más joven, son algunas causas de este fenómeno.
El laureado lanzador Clayton Kershaw con los Dodgers , y los venezolanos Salvador Pérez con Kansas City y José Altuve con Houston, son los de mayor duración con sus equipos con 18 años.
Continúan en la lista, Mike Trout de Anaheim (15 años), y luego siguen los antesalistas dominicanos José Ramírez de Cleveland (quinto lugar con 15 años), y en el puesto trece, Rafael Devers con 11 años en Boston.
Felicidad, no dinero
José Ramírez, firmó con Cleveland en 2009 por apenas 50 mil dólares. Según cuenta, su afán desde el principio no fue ganar dinero, sino tener el chance de mostrarse.
Su agradecimiento con los Guardianes es de tal magnitud, que no desea jugar para otro equipo, lo que ha confirmado rechazando jugosas ofertas.
“Si gano una Serie Mundial en otro lugar, será un logro, pero no me voy a sentir igual como si fuera en Cleveland. Yo la quiero ganar aquí”, dijo Ramírez en una entrevista para “Abriendo el Podcast”, espacio digital producido por los cronistas deportivos Ricardo Rodríguez y Vian Araujo.
“Mis hijos nacieron en Cleveland, estudian ahí, yo amo la ciudad, cómo me trata la gente… sacrifiqué dinero por mi felicidad. La decisión la tomé yo”, aseguró el toletero banilejo.